La planificación en la producción radiofónica es básica
para lograr un mayor impacto a la hora de transmitir un mensaje. La
improvisación no tiene cabida, en tanto se hace necesario contar con una
investigación que fundamente la propuesta del programa en términos de audiencia
y de necesidades sociales de información.
Planificar,
no es más que pensar en un futuro, en algo que queremos lograr, existen tres etapas que se deben seguir para la producción de un
programa de radio; La preproducción: etapa en la cual se
realiza la redacción y el guión del material que vamos a presentar, teniendo en
cuenta cómo queremos hacerlo, desde qué perspectiva se analizarán los hechos, y
a qué conclusiones pretendemos llegar. Es una especie de bosquejo al que
deberemos recurrir durante todo el trabajo de producción. Todas estas consideraciones
sirven para planificar la ejecución ya que de alguna manera tiene que ver con
la elaboración de los objetivos que van a guiar nuestro programa.
Una
vez recolectada toda la información necesaria de acuerdo a la planificación
general y los objetivos que nos planteamos, debemos decidir cómo vamos a
utilizar esa información, etapa denominada producción. El productor está al pendiente del trabajo de los
técnicos: buenos niveles de grabación, cero ruidos, planos correctos, etc.,
pues es el responsable de la calidad del producto final. Debe estar abierto a
realizar cambios de última hora en el libreto, tener sensibilidad y buen oído al
momento de grabar.
En el caso de la entrevista radiofónica, las formas pueden variar desde las preguntas y respuestas en
estricto sentido, hasta los programas de debates. Es recomendable elaborar una
lista de preguntas. La entrevista informativa es una manera directa y confiable
de comunicar las sensibilidades y vivencias del entrevistado. Es una de las
principales formas de obtener información periodística para todas las
modalidades del género informativo.
Hay muchas
formas de comunicar mensajes a través de la radio, algunas usan la actuación,
otras la música, y otras la voz como recurso principal. Combinando la voz
humana, la música, los efectos sonoros y organizándolos bajo una estructura
determinada, obtenemos una gran variedad de formatos radiales.
La etapa de
edición y montaje, se realiza en los programas pregrabados. Es aquí donde todos
los elementos y recursos grabados pasan a ocupar su lugar correcto. Los
recursos de voz (locuciones, testimoniales, entrevistas), los efectos de sonido
y la música se unen armónicamente en la producción radial. Si pasa nuestra
prueba crítica, es hora de presentarlo al oyente.